El filtro de disco para fondo de pozo consta de discos de malla metálica compactados para formar un elemento filtrante grueso alrededor de una tubería base preperforada. Este enfoque innovador para el control de arena aumenta en gran medida la capacidad de filtración y, al mismo tiempo, mejora el flujo del fluido a través del elemento.
Diámetro externo |
Capacidad operativa |
Capacidad de filtración |
Contenido de sólidos |
Longitud |
4.33 in 110 mm |
190-3,770 bbl/d 30-600 m3/d |
100, 200, 300, 500 μm |
Hasta 1050 ptb Hasta 3000 mg/l |
4.4-22.5ʹ 1.3-6.9 m |
El 63% de los problemas de BES se deben a los sólidos. Entre los problemas de producción relacionados, se incluyen la reducción de la eficiencia y la vida útil de la BES a medida que la arena erosiona los componentes del sistema, la disminución de los índices de producción, las fallas de los equipos y la destrucción de impulsores y cojinetes. Todo esto genera pérdida de producción y aumento de costos.
Los filtros ranurados constituyen la tecnología de control de arena más común porque ofrecen un diseño sencillo, son fáciles de utilizar con la BES, tienen gran disponibilidad y precios razonables. El problema radica en que pueden obstruirse con facilidad con arcilla y otras partículas pequeñas. Para pozos donde los filtros ranurados son proclives a obstrucciones, no ha habido una buena solución para el control de arena a largo plazo... hasta ahora.
El filtro de disco para fondo de pozo utiliza un elemento filtrante grueso que se elabora apilando y comprimiendo discos de malla metálica alrededor de una tubería base perforada.
Los discos de malla metálica aumentan en gran medida la superficie, lo que permite que el filtro de disco para fondo de pozo maneje de seis a ocho veces más sólidos que los filtros ranurados sin obstaculizar el flujo de los fluidos del yacimiento.
El filtro de disco para fondo de pozo puede instalarse con una unidad de sellado o justo debajo de una camisa de motor. En instalaciones recientes, se demostró que el filtro de disco para fondo de pozo duplica o triplica la vida útil de la BES (e incluso más en algunos casos), al tiempo que reduce a la mitad el contenido de sólidos en el fluido producido.